Elisa con Domingo y Domingo con Elisa

Elisa con Domingo y Domingo con Elisa

De nuevo dos aspectos característicos de los retratos de autor. La sesión empezó con una toma de contacto centrada en la mirada. Además de fijarnos en cada zona de la pintura, abrimos el plano contemplativo y aparece la esencia de Elisa. Después, una vez descubierto el misterio de la aparición del rostro el motivo se detiene en la postura, en la actividad, en la calma de una sobremesa plácida e intemporal.

Para Elisa será un recuerdo imborrable y para Domingo una prueba más de su inagotable amor por las personas y la pintura.